HÉROES DE LA INFANCIA (MORTADELO)

Mi héroe de la infancia y, a día de hoy, uno de mis favoritos es Mortadelo, personaje de ficción creado por el dibujante y humorista Francisco Ibáñez en 1958 aproximadamente.

Mortadelo, en los tebeos, es un hombre de mediana edad, sin un solo pelo en toda la cabeza, una nariz muy alargada y con forma de cilindro que le sirve para sujetar las gafas, es muy alto (en los cómics se habla de más o menos 1.90 m. a 2 m.) y muy delgado; de hecho su cuerpo no tiene volumen, al verlo en el papel parece mas un plano que un cuerpo con volumen. Viste siempre de negro, salvo las veces que se disfraza, las cuales no son pocas.

Mortadelo va siempre acompañado de Filemón, haciendo de ellos una pareja inseparable en la historia de los cómics. Filemón es un extraño tipo con mal genio (por ello Mortadelo lo saca de quicio con su inocencia) y bastante tonto, pero al mismo tiempo animado. Consiguiendo así dar el toque, en mi opinión, perfecto para una historieta. Físicamente es más bajito y regordete que Mortadelo, su cuerpo si que tiene volumen, dos únicos pelos en toda la cabeza y vestido siempre con una camisa blanca con pajarita negra y pantalones rojos.

Mortadelo y Filemón son agentes “secretos” de una agencia española que al denominarse T.I.A. (Técnicos de Investigación Aeroterráquea), hace un guiño a la estadounidense C.I.A. La agencia secreta y muchas de las entidades allí presentes se dedican principalmente a dos cometidos, éstos son:

1.-  Lucha contra el crimen, en la cual están inmerso los agentes normales de la T.I.A., Mortadelo y Filemón .

2.- La investigación a cargo del profesor Bacterio, otro de los personajes principales; es un verdadero desastre ambulante y todo lo que descubre suele, o bien salir mal, o bien volverse contra nuestros protagonistas.

La T.I.A. está subdirigida por el superintendente Vicente, que junto a su secretaria Ofelia, completan los personajes principales.

Mortadelo y, en general, todos los personajes que aparecen en los cómics forman parte de mis héroes infantiles ya que poseen un humor muy absurdo, el cual me gustaba, me gusta, y me gustará siempre, combinado con todas las ocurrencias del autor. Al ser estas ideas tan variadas, Francisco Ibáñez da a “Mortadelo y Filemón” mucho dinamismo, ya que un tebeo nunca es igual al anterior, haciendo así muy entretenida y ligera su lectura (en parte por el formato de viñeta con texto en bocadillo). Pero Mortadelo era mi ídolo por lo inocente que es y la cantidad de tonterías que es capaz de hacer en una sola página, haciendo que yo me quisiera parecer a él.

José Ignacio Alvira Larizgoitia.